Entre las estampas sonoras más representativas de los años de la Revolución Mexicana se destaca la producida por la combinación
de dos instrumentos tradicionales: la guitarra y la armónica. Ambos comparten características muy adecuadas a la etapa
revolucionaria: son portátiles, fáciles de tocar, son muy baratas y sirven para acompañar la voz o para hacer melodía. Por ello,
durante la noche, junto a la fogata, los trovadores de hace 100 años cambiaban carabina y máuser por armónica y guitarra para
entonar corridos y canciones.
Fragmento de un artículo de Milenio Semanal, 14/03/2010.
Desgraciadamente desconocemos todo lo referente al (los) intérprete (s) de este LP, pero tanto el acompañamiento como el
instrumento principal, la armónica, así como la selección de temas que contiene, consideramos que es material que no debe faltar
en la discoteca de todo amante de la Música Popular Mexicana.
Aporte: Gil, Don Sata.