La música norteña es de por sí agradable por su ritmo tan peculiar, pero jamás había sido llevada al acetato en una forma tan especial y diferente como hoy lo hace Luis Pérez Meza, el eterno Trovador del Campo, quien ha logrado en este LP la mejor de sus interpretaciones y habiendo seleccionado las canciones de más éxito.
Con mucho orgullo Discos Cisne lo pone a su disposición estando seguros que será de su completo agrado.
En , encontrarán más información sobre el cantante; por cierto, en ese sitio se le atribuye también, como en muchísimas otras partes, la autoría de la canción El barzón, mas es justo aclarar que el autor es Miguel Muñiz, y su versión completa es de casi 240 versos. Los primeros repartos agrarios en el estado de Aguascalientes se realizaron durante la presidencia de Álvaro Obregón; este suceso inspiró al agrarista Miguel Muñiz, oriundo de Viudas de Oriente, para componer el famoso Corrido de El Barzón.
En la década de 1930, El barzón fue publicado en hoja suelta por el Departamento Agrario del periodo cardenista, y en 1939, Vicente T. Mendoza lo incluyó en su libro El Romance Español y el Corrido Mexicano. En esa misma década se escucharon las primeras grabaciones de este corrido, aunque, al parecer, nunca fue grabado en su versión completa.
La melodía, difícil de cantar por su constante acelerado y cambio de ritmo, se hizo tan popular, sobre todo la versión recortada, porque describe las faenas y la situación económica del trabajo de los labradores sujetos a las haciendas, así como la posibilidad de integrarse a las filas agraristas. Destaca en este corrido la nomenclatura de los instrumentos y faenas de la labranza mexicanas.
Desde la década de 1940 comenzaron a expenderse versiones fonográficas de El barzón firmadas por diferentes personas, lo que provocó la confusión respecto a su autor original. De cualquier manera, El barzón es uno de los corridos más populares dentro y fuera del país, y sus versiones más difundidas han sido las de Luis Pérez Meza, El Trovador del campo.
Como comentario final hay que decir que el barzón, como instrumento de labranza, es una gaza resistente, de cuero crudo, de unos 25 centímetros de largo que, colocada en una muesca, en el centro del yugo, sirve para sujetarse el timón del arado criollo, o la cuarta o cadena (en arados extranjeros), con que la yunta de bueyes tira el instrumento de labranza.
Aporte: Armando Musical.
Aporte: Armando Musical.
Aporte: Gil, Don Sata.