Y para darle a estas canciones revolucionarias —cantos de amor y de guerra—, el sentido que requieren, se han reunido el Dueto Los Conejos, el Dueto Las Pájaras y los conjuntos Trovadores del Norte y los Llaneros de San Felipe, que tienen el sabor exacto que les quisieron dar los autores a corridos de la importancia de La muerte de Francisco Villa, que encierra un momento trágico e histórico de nuestra Patria, al igual que Crímenes de Huerta, La toma de Guadalajara o el Cuartelazo "Felixista".
Los corridos también hablan de personajes anónimos, de extracción popular, que vibran a la misma altura, por su participación
activa en nuestro conflicto armado: La Rielera y Carabina 30—30 sin las cuales, no hubiera sido posible
realizar y coronar nuestra revolución.
(Comentario de contraportada).
Con la leyenda de la Revolución inicia la leyenda del corrido: Samuel Margarito Lozano. Don Samuel, nacido en Cuernavaca, Morelos el 10 de junio de 1891; fue levantado por la leva; vestido de pelón, es apresado por las fuerzas Villistas y acogiéndose al perdón se torna dorado. Empieza a componer en 1905, narrando y musicalizando los hechos de la guerra revolucionaria. En aquella época, los corridos volaban de boca en boca.
En este disco, con excepción de Carabina 30—30 y La muerte de Benjamín Argumedo, todos los corridos son de su autoría. Don Samuel fallece el veintiuno de mayo de 1977 en la ciudad de Puebla.
Vale.
Dr. Luis Felipe Escarza